Desde que salimos del hotel el día no acompaño no digo que hiciera mal día porque me encanta que llueva pero no eran las mejores condiciones para hacer fotografías sin ir preparado y yo no lo estaba, a si que paraguas transparente en mano para no perder detalle nos fuimos a la JR Kyoto station y allí cogimos la linea Nara hasta Kizu y allí hicimos un transbordo a la Kansai line hasta Iga-Ueno station donde cogimos un trenecillo de la iga line que dejamos en Uenoshi Station.
Desde casi el principio del trayecto me di cuenta que había un extranjero con un sombrero a lo cocodrilo dandee que llevaba la misma dirección que nosotros, con una mochila muy grande al lomo y toda la pinta de aventurero que podía, conforme íbamos dejando atrás la JR y las lineas principales nos quedábamos mas solos los tres, hasta que empezó a hablarme, que de donde sois, que que hacéis por aquí, lo típico. Ahí estuve dándole palique un rato, hasta que no se como me enlazo la conversacional que si le podía dejar dinero, que luego me lo daba.......... Luego cuando??
No soy de las personas que cuando le piden dinero dice que no lleva, un "Que te pires" es mucho mas aclaratorio, es obvio que llevaba dinero a si que le dije que no le iba a dar, el nota me estuvo mareando la perdiz un rato pero vio que nada y ya no me hablo mas.
llegamos a Iga-Ueno e íbamos a visitar el castillo y el museo ninja pero con la tromba de agua que estaba cayendo solo atinamos a meternos en un combini que por cierto saqueamos, que si un bento, una salchicha pinchada en un palo, unas patatuelas.
Cuando aflojo un poco la cosa nos fuimos al museo ninja. Al llegar pasamos por taquilla y estuvimos esperando un rato hasta que empezara la ruta que empieza por la casa ninja, es una tontería pero nos reímos un montón, Rocio se metió en una pared falsa para hacer una demostración y luego no salia.
Seguimos el recorrido por unas escaleras que nos llevaban al espectáculo ninja, también muy entretenido, con demostraciones de habilidad con distintas armas, lanzamiento de surikens..... Y de ahí al museo.
Habia cosas muy curiosas, herramientas que usaban en los asedios a castillos, chanclas con flotadores para pasar por encima del agua y muchas cosas mas de ese estilo.
Llegamos al final del recorrido pero al salir seguía lloviendo a si que decidimos volver al tren y coger carretera y manta hacia Nara.
Suerte que en Nara no llovía cuando llegamos y pudimos disfrutar de Sondojori, la calle principal que lleva al parque, una calle llena de todo, tiendas, bares, aun haciendo mas dia estaba llena de gente.
Llegamos al recinto del templo Kofuku-ji de la familia Fujiwara, uno de los clanes mas importantes de japón, dimos una vuelta y seguimos caminando hacia el interior del parque donde nos entretuvimos dándole pastas a los ciervos, es curioso ver que no tienen ningún miedo de acercarse a la gente y lo que es mas chocante algunos ciervos acosan a la gente, personalmente tuve unas palabras con uno que se puso a berrearme mientras me daba topazos
Paramos en casi todas las tiendas que había tanto en la calle principal como en la que lleva hacia el Todai-ji temple, me compre una campana de hierro colado, una catana, a mi hermana le compre un peine con un espejo y a mi madre un pañuelo de "seda", me pudo el consumismo.
Al final de la calle de tiendas nos encontramos con la puerta Nandaimon que anuncia al Todai-ji, la construcción de madera mas grande del mundo, que alberga una estatua gigante del Buda Vairocana "Buda que brilla a lo largo del mundo como el sol".
Es impresionante ver una estatua con una mano como una persona de grande.
Estuvimos dando vueltas por el templo hasta que lo cerraron y volvimos a la JR Nara station. De camino pasamos por algo parecido al dankin donuts pero a lo japones y claro había que hacer una parada obligada.
Poco mas queda que contar después de un día tan largo solo volvimos al hotel a reponer fuerzas.
En la próxima entrada descubrimos la zona este de kyoto, nos leemos.
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